Muchos de los problemas de comunicación tanto en los equipos de trabajo, como en la familia y en los grupos de amigos, se debe a que no sabemos formular aquello que le queremos pedir a los otros.
Hay ocasiones que esperamos de los demás determinado tipo de comportamiento porque “es lo correcto” o “es lo que se espera de un buen compañero”, o quizás “es lo que tienes que hacer si me quieres”.
No formulamos en voz alta aquello que queremos o que pedimos al otro y luego nos enfadamos, con los consiguientes problemas en la convivencia, sin que la otra parte acierte a saber por qué nos hemos enfadado o molestado. Lo anterior enraíza el clima familiar, del grupo de amigos o del grupo de trabajo, produciendo pequeños desgastes silenciosos de los que a veces no nos percatamos y van minando la confianza.
Y es que a veces, solo a veces existe la costumbre de pensar que el otro piensa y actúa como uno mismo y por tanto sabe perfectamente aquello que queremos y si no tiene que interpretarlo por nuestros gestos y por nuestra historia conjunta. En nuestra mente está clarísimo que si yo le ayude en algo sin que le me lo pidiera, esa otra persona tiene que hacerlo también, damos por sentado que nos “leen” los gestos, pero…; ¡ay como se les ocurra malinterpretarnos ¡
A veces existe la costumbre de pensar que el otro piensa y actúa como uno mismo.
Si queremos evitar malos entendidos y frustraciones lo más adecuado es aprender a formular aquello que queremos de forma clara y concreta de manera que el otro no tenga que interpretar.
¿Cómo lo haremos?
En primer lugar es importante emplear en nuestra comunicación mensajes que utilicen la primera persona: YO
En segundo lugar es importante buscar que es lo que necesitamos de manera que podamos definir los comportamientos concretos del otro necesarios.
En tercer lugar tenemos que tener opciones, por si aquello que pedimos que el otro tenga opción de ofrecer una cosa distinta que si pueda llevar a cabo.
En cuarto lugar, tenemos que estar dispuestos a recibir un “no” como respuesta, porque si no; no estamos pidiendo sino exigiendo